Una de las lesiones más frecuentes en la práctica del pádel se localiza en las rodillas...
Para evitarlo es conveniente llevar un calzado adecuado, calentar y estirar antes de jugar y no hacer sobreesfuerzos. Aunque se trata de un deporte muy completo en el que se trabaja todo el cuerpo, es el tren inferior el que ‘sufre’ gran parte del esfuerzo, tanto los pies, como talones, isquios, cuádriceps, gemelos y, sobre todo, rodillas, señala en un artículo padelspain.net que ofrece también una serie de consejos para no lesionarse. Raro es el jugador que no ha sufrido alguna vez un tirón en la pierna, se le ha subido el gemelo, se le ha torcido el pie o, en el peor de los casos, ha sufrido una rotura o esguince de ligamentos, algo que suele ocurrir en deportes como el pádel, en los que el esfuerzo máximo se localiza en miembros inferiores y en los cuales se realizan cambios de dirección y de sentido rápidos y bruscos.
Condromalacia Rotuliana...
A ellos se les añade un acompañante extra, la condromalacia rotuliana (también denominada ‘rodilla de corredor’), una dolencia de nombre difícil de pronunciar pero que más de uno ha padecido. Esta aparece cuando se degenera la superficie cartilaginosa localizada en la cara posterior de la rótula consecuencia del roce del cóndilo femoral sobre la misma ...
La articulación de la rodilla se compone a su vez de dos articulaciones, la articulación femorotibial (la formada por la unión del fémur y la tibia) y la articulación femoropatelar (formada por la tróclea del fémur y la parte posterior de la rótula y que es el lugar donde se produce la condromalacia rotuliana).
Con el aumento del número de partidos, el cuerpo sufre mucho más que antes, ya que se realizan más saltos, cambios de dirección, paradas en seco… por ello, de la mano del International Padel Experience by Madison y de su experiencia, padelspain.net destaca algunos de los factores más habituales que provocan que surjan estas lesiones.
Cómo evitar lesiones...
Calzado inadecuado: como en todos los deportes, en el pádel es muy importante contar con un buen calzado que proteja durante la práctica deportiva. En muchos casos, una buena zapatilla se convertirá en el mejor aliado a la hora de evitar problemas de rodillas.
En cuanto aparece el dolor hay que consultar con un especialista.
Falta de calentamiento y estiramiento: Es muy importante dedicar un tiempo adecuado a ejercicios de calentamiento que preparen al cuerpo para el esfuerzo que va a hacer y realizar un estiramiento adecuado que ayude a recuperarse tras el ejercicio es fundamental a la hora de evitar lesiones indeseadas.
Realizar sobreesfuerzos: tenemos que ser conscientes de nuestra situación personal en cada momento y no realizar ejercicios o actividades a un nivel inadecuado para nosotros, ya que con esto podremos sobrecargar la zona y forzar hasta provocar una lesión.
Además, se debe prestar atención a aquellas características individuales que puedan producir problemas en la rodilla (alineación, mala pisada…).
El síntoma más claro de una posible lesión en la rodilla es la aparición de dolor en la zona. Por eso, ante una molestia en la rodilla la mejor respuesta será parar la actividad y, en caso de que la molestia persista en el tiempo o vuelva a aparecer al retomar el ejercicio físico, lo mejor será consultar con un especialista que diagnostique el grado de la lesión.
No obstante, se recomienda que en las sesiones de gimnasio o de entrenamiento en pista se incorporen ejercicios para fortalecer todo el tren inferior, con el fin de estar más preparado para altos niveles de exigencia física; sentadillas, ejercicios con cargas, sprints y escaleras…pueden ser muchos y muy variados y, supervisados por un especialista, pueden hacer que mejore el rendimiento y no se produzcan lesiones con facilidad.
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